Los adolescentes van teniendo diferentes visiones de futuro en función de las oportunidades presentes, en función de la historia de sus familias y de las condiciones actuales en las que se encuentran.
De esta forma, algunos se inclinan por buscar un trabajo y otros por la elección de una carrera que los encamine a una profesión que suponen les gustará ejercer en unos años y durante el resto de sus vidas.
Más allá de cada elección, algo común en todos los adolescentes dentro de la sociedad actual es que nadie tiene la certeza de cómo será su destino, ni siquiera quien estudia está seguro de que le “irá bien” en un futuro.
Esta situación, el que no haya un tipo de trabajo, una profesión específica que aseguren el bienestar futuro, hace que a los adolescentes les resulte más difícil decidir.
Aquellos quienes van a continuar sus estudios no siempre están seguros de cuál es la carrera que más va con ellos y que les permitirá un buen pasar en el futuro. Frente a esto, al no haber una línea segura, todas las carreras se presentan como una posible elección. Hoy en día te puede ir bien tanto como médico como siendo diseñador.
Autores como D’ Angelo Hernández plantean que la vocación es algo que se construye a lo largo de la vida y está asociada a las experiencias en la vida social y los diferentes vínculos que allí se establecen. La vocación más que una revelación es una búsqueda, como ejercicio de libertad.
Siendo así, es muy importante que los adolescentes se conozcan a sí mismos, conozcan sus intereses, sus gustos, sus capacidades, y teniendo en cuenta estos aspectos se informen acerca de las diferentes carreras que existen, las características de las mismas y los roles profesionales asociados a cada una de ellas.
Proponemos visiten esta página web en donde pueden encontrar información al respecto: http://www.carrerasconfuturo.com/
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